Investigadores del Politécnico de Turín se han llevado una gran sorpresa al analizar la construcción de una antigua fortaleza romana ubicada en el actual Reino Unido: sus puertas se alinean de modo tal con la luz solar que durante los solsticios de verano y de invierno se genera un notable efecto lumínico que celebraba el día más corto y más largo del año, homenajeando a los dioses del Sol y del Cielo.
En el estudio, publicado en la revista Philica, los investigadores develan que los romanos diseñaron y construyeron este fuerte de manera que en el solsticio de verano el sol se alineara con las puertas del noreste y suroeste, reflejando la luz a las otras dos, y en invierno se iluminaran las del sureste y noroeste. La precisión de esta fortaleza defensiva construida durante el reinado del emperador Adriano es tan perfecta que los científicos debieron usar un software especial para calcular los ángulos generados por la luz del Sol durante los solsticios. Resulta impactante cómo los ingenieros romanos realizaron esos cálculos y construyeron en base a ellos sin contar, obviamente, con las herramientas tecnológicas de la actualidad.
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