Los itonamas, asentados en territorios benianos, poseen una organización social fundada principalmente en la familia nuclear (de fuertes lazos entre parientes directos como unidad básica), aunque paralelamente se da la familia extendida por lazos de parentesco, caracterizada por relaciones de reciprocidad e intercambio.
“A pesar de su asimilación a diferentes sociedades, los itonamas conservan la creencia de que los espíritus de sus muertos poseen poderes sobrenaturales. Hoy en día siguen siendo animistas con relación a las plantas, animales y el agua, religiosidad que, sin embargo, no rige sus acciones cotidianas”, según detalló el antropólogo Wigberto Rivero Pinto.
La deidad máxima del pueblo es Dijnamu, que representa el principio del bien, y que rige sobre los otros dioses menores, genios y fantasmas, que se transforman en mariposas, aves o serpientes, y que pueden causar la muerte a las personas.
Su economía se basa en la agricultura propia de la región: maíz, yuca, arroz, plátano, frijol, zapallo, naranja, toronja, lima, mandarina, limón, palta, café, cacao, pina, tabaco, etc. Los itonamas practican la caza y la pesca como actividades complementarias, labores fundamentales en el siglo pasado, cuando eran esenciales para su subsistencia.
La ganadería en pequeña escala tiene como fin principal la obtención de leche de yaca así como la elaboración de queso y mantequilla tanto para el consumo familiar como para la venta a otras comunidades.
La manufactura de artesanías en goma y madera, así como las realizadas con fibras vegetales, ha ido decreciendo con el tiempo. En otros pueblos sucede lo contrario, lo que supone a largo plazo una pérdida en sus tradiciones.
Es destacable el hecho de que desde principios del siglo XVIII, cuando se censó a estos nativos, la cantidad de la población prácticamente se mantuvo intacta. Las crónicas de españoles establecen que en ese entonces los considerados salvajes eran alrededor de seis mil, cifra que en doscientos años se redujo en poco más del 10 por ciento, pues actualmente llegan a 5.240.
Datos
Habitantes: Censo INE (2001): 389 Censo Conniob (Confederación Nacional de Nacionalidades Indígenas Originarias de Bolivia) (2004): 5.240.
Ecorregión: Amazónica.
Departamento: Beni.
Provincias: Iténez y Mamoré.
Municipios: Magdalena Baures, San Ramón y San Joaquín.
Comunidades: Magdalena, Chumano, San Ramón, Huaracajes, Nueva Calama, Versalles, La Selva, San Borja y otras más.
Actividad Principal: Agricultura
Productos: Maíz, arroz, yuca, plátano, cítricos, manga, palta, café, cacao, pina, tabaco y otros.
Vías de acceso: Aérea: Magdalena cuenta con una pista de aterrizaje desde la cual varias empresas prestan el servicio de taxi aéreo hacia las comunidades y haciendas ganaderas. Terrestre: el camino de tierra más importante es el de Trinidad-San Joaquín. Fluvial: tienen conexiones con los ríos mayores, como el Mamoré y el Iténez.
Ecorregión: Amazónica.
Departamento: Beni.
Provincias: Iténez y Mamoré.
Municipios: Magdalena Baures, San Ramón y San Joaquín.
Comunidades: Magdalena, Chumano, San Ramón, Huaracajes, Nueva Calama, Versalles, La Selva, San Borja y otras más.
Actividad Principal: Agricultura
Productos: Maíz, arroz, yuca, plátano, cítricos, manga, palta, café, cacao, pina, tabaco y otros.
Vías de acceso: Aérea: Magdalena cuenta con una pista de aterrizaje desde la cual varias empresas prestan el servicio de taxi aéreo hacia las comunidades y haciendas ganaderas. Terrestre: el camino de tierra más importante es el de Trinidad-San Joaquín. Fluvial: tienen conexiones con los ríos mayores, como el Mamoré y el Iténez.
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